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Esta es otra de las tareas
a través de las cuales no sólo enseño sino también
aprendo y crezco como persona y como profesional.
Es un trabajo variado. Asesorar globalmente a Empresas
para que sus voces den lo mejor (enseñar a comunicar
dentro de la Empresa, o a través de los Medios de
Comunicación o en Público); formar futuros comunicadores
o ayudar a quienes ya lo son a conocer más profundamente
su herramienta vocal; curar diversas patologías
en combinación con los profesionales médicos en
cada área, entre otros, es descubrir todos los días
lo maravilloso de esta herramienta.
La voz nos cuenta mucho acerca de cada individuo.
Está íntimamente ligada a la identidad vocal que
la mayoría de las personas desconoce y otras tantas
rechaza. Entonces, cuando logramos que el alumno
o el paciente se encuentre en ella y se reconozca
como ser único y maravilloso, surgen situaciones
llenas de emoción y descriptibles sólo a través
de la vivencia.
La voz es parte de la esencia del ser humano. Un
microsistema que nos habla del individuo en su totalidad.
Es algo delicado y sublime que nos toca y toca a
los demás, de diversas formas. Por eso es tan importante
saber manejarla.
Un cambio en la forma de comunicar es un salto importante
en la vida de la persona y un crecimiento que tiene
muchísimo valor a todo nivel.
Cada lágrima, cada abrazo, cada beso, cada agradecimiento
por lo que cada uno se lleva, es una gema de un
valor incalculable. Créanme, soy muy afortunada.
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